Cookies con chocolate y nueces

Aquí os dejo una receta que hace bastante tiempo que descubrí, aunque también hace mucho que no hago.
Las cookies son fáciles de hacer, ya que no pasa nada si nos pasamos con algún ingrediente (excepto con el bicarbonato)

Con los mismo ingredientes podemos conseguir cookies de diferente "textura" por eso, cuando podamos encontrar alguna variante os lo iré indicando (para que queden crujientes, blandas, planas, con volumen,...). Así que, adelante con la receta.

Ingredientes: (salen muuuchas galletas, sobre unas 30)

• 200 gr. de mantequilla
• 1 taza de azúcar
• 1/2 taza de azúcar glass
• 2 huevos M
• 3 tazas de harina de todo uso (nunca de repostería)
• La punta de una cucharilla de Bicarbonato. (esto es si os gustan planitas como a mi. Si no, podéis echar un poco más de la mitad de la cucharilla)
• 1/2 taza de gotas de chocolate. (Las compro en Mercadona)
• 1/2 taza de nueces machacadas (no las pulvericéis, dejarlas a trocitos pequeños)
• 2 cucharadas de esencia de vainilla. 
• 1 pizca de sal

Elaboración:

Para estas galletas no hay un orden fijo para los ingredientes. Lo que si que os aconsejo, para que el chocolate quede duro y no se nos derrita en el horno, suelo guardar las gotas de chocolate en el congelador, así las tengo listas para usar siempre que lo necesite.

No vamos a necesitar la batidora. Lo amasaremos todo a mano. En un bol mezclaremos los 2 azúcares, el bicarbonato y la sal. Echaremos los huevos y la esencia de vainilla. Mezclaremos bien y añadiremos la mantequilla. Es importante que amaseis bien para que no queden trozos de mantequilla.

Ahora, poco a poco iremos añadiendo la harina. Yo use 3 tazas, aunque es aproximado, ya que más o menos la harina necesaria es hasta que la masa no sea demasiado pegajosa, y podáis formar bolitas sin problema.

La masa ya está lista, solo nos queda añadir el chocolate y las nueces y volver a amasar bien para que se esparzan.

El horno lo habremos precalentado a 180º arriba y abajo sin ventilador.

Ahora es importante saber como queréis que salgan vuestras cookies. Aunque hayáis puesto solo la pinta de la cucharilla de bicarbonato, podemos conseguir unas cookies con volumen. Para ello, las meteremos en el horno en forma de bolitas. Al calentarse irán bajando, pero el centro tardará más en calentarse y subirá un poquito más.

Como a mi me gustan muy planas y crujientes, las puse en la bandeja en forma de tortitas, como podéis ver en la imagen. Separarlas un poquito. No crecen mucho, pero dejarles separación para lo poco que levan.

En el tiempo de horneado podemos encontrar otras 2 variantes. Si os gustan blanditas, no esperéis a que se doren. En cuanto notéis el más mínimo color en las galletas, ya podéis sacarlas.
Si las preferís crujientes, esperad a que se doren un poco, solo UN poco. Como se doren demasiado, quedarán muy duras. Suelen ser unos 10 minutos de horneado.

Cuando salgan del horno, es importante que las dejéis enfriar en una rejilla (sobre todo las crujientes). Cuando las paséis a la rejilla, no os asustéis porque hayan quedado muy muy blandas (se os pueden romper fácilmente al moverlas). Es normal, están calientes y los ingredientes no se han integrado. En cuanto se empiecen a enfriar quedaran duritas.

Aunque tengáis la tentación de probarlas en cuanto que las notéis frías, NO LAS COMÁIS!!!. Os van a resultar demasiado harinosas y difíciles de comer por el exceso de harina. Es solo porque debemos dejar que los ingredientes se integren unos con otros.

A la media hora de haberse enfriado (que no es a la media hora de salir del horno!!) ya podréis probarlas y notar el sabor a vainilla. También se habrá endurecido el chocolate y estará mucho más bueno.

Os amplio más esta foto para que veáis que el chocolate se ha endurecido al enfriarse, aunque al principio os parezca que se os ha derretido.

Lo que si os recomiendo, sobre todo para las crujientes, es que las guardéis para que no cojan viento y se endurezcan aún más.

Ahora solo queda preparar un buen café y listas para merendar!!!